Por qué vienes tú mariposa cósmica
apareciéndote a medias;
entre glacial y roca ardiente,
piensas tú poderme asustar
pasando frágil como arena de estrellas
o furibunda cual cometa.
Qué pretendes provocar
¿catástrofes?,
convulsiones iracundas que me confundan
para cuando no te vea de rabia
amarrarme las manos,
romperme los labios con tus armas letales.
Quién te crees tú
llegas y pasas inesperada
como sol de media noche.
Quién te crees tú
saliendo y entrando a tu antojo.
Quién te crees tú
cuando inmisericorde vienes
dejando a la intemperie
mi cuerpo desharrapado
luego de provocar mi mirada involuntaria
ante tu menear exuberante, te paseas
felina en el borde del tejado,
cautelosa,
haciendo de todo el paisaje
un todo sumado a tus alhajas
adheridas a tu piel, y te vas,
despacio, te vas.
Crees tú qué me asustas,
acaso piensas eso
cuando me ves tiritando
apegando
tu voluptuosidad
en mi aliento de mar y vientos
cuando quieres navegar… ¡No!
Te digo ¡No!.
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